EL RETO DE LA PRIVACIDAD EN LA ERA INTELIGENTE
Vivimos en un mundo más conectado, y más inteligente, que nunca. Basta un simple toque para comunicarse con alguien del otro lado del mundo, mientras que un comando de voz puede acceder rápidamente a un mundo de entretenimiento, gestionar nuestros calendarios personales o controlar los electrodomésticos.
Pero a medida que nuestros hogares se llenan de dispositivos inteligentes -desde altavoces hasta frigoríficos o bombillas-, se ha puesto el foco de atención, con razón, en la privacidad de los clientes y en el reto de equilibrar un estilo de vida basado en la tecnología con la comodidad de la seguridad.
La privacidad de los hogares inteligentes es una cuestión que se ha convertido en un motivo de preocupación mundial en los últimos años. Gran parte de este malestar se centra en la forma en que los altavoces inteligentes y otros dispositivos "siempre a la escucha" pueden recopilar y utilizar datos.
En el último informe sobre audio inteligente de NPR and Edison Research, el 63% de los encuestados que no poseen un altavoz inteligente declararon que una de las razones es que les preocupa que los hackers puedan utilizarlo para acceder a su casa o a su información personal.
Parece que la confianza es un obstáculo clave que se interpone en el camino de la gente que adopta los asistentes de voz, como corroboran otros informes. Un estudio alemán realizado por Trendmonitor Deutschland reveló que el 52% citó como razón para no comprar un altavoz inteligente el miedo a la vigilancia.
Temores similares son compartidos incluso por las personas que poseen productos inteligentes. En una encuesta realizada por Microsoft, entre usuarios de asistentes de voz, el 41% admitió estar preocupado por la confianza, con la seguridad de los datos (52%) y la escucha pasiva (41%) como principales preocupaciones.